El mes pasado tuve la suerte de poder visitar dos ciudades extraordinarias, Budapest y Viena. Dos lugares tan cercanos, pero a la vez tan dispares... que me dejaron desorientada. Fue una experiencia muy enriquecedora para mi, ya que cada uno de estos lugares desprende arte y cultura por todas partes.
Budapest, más bohemio, multicultural, me enamoró perdidamente. Su variedad en cuanto oferta cultural, bares alternativos plagados de arte, sus calles y un largo etcétera... de mil cosas maravillosas que me hacen recomendar esta visita. Viena, no menos emocionante y preciosa, aunque si con precios más restrictivos, desplegó todo su abanico artístico, reflejado en majestuosos museos y palacios.
Por primera vez tomé parte de mis fotografías de viajes con mi nueva cámara lomográfica, La Sardina. Y aquí están los primeros resultados.
Budapest:
Viena:
Y esto es todo, ¡Hasta el próximo rebelado!
Roixa RRG
Rosa Roselló
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